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26/06/2014
Noticias Corporativas

Riesgo País Brasil / Asexma

Riesgo País Brasil / Asexma

Después de diez años de rápido crecimiento los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se están desacelerando significativamente, dado que a pesar de una tendencia de consumo que continúa siendo favorable están experimentando una baja del crecimiento debido al ajuste en la oferta y una marcada ralentización de la inversión. Las empresas locales ya no tienen la suficiente capacidad de producción para satisfacer la fuerte demanda.

Para 2014, Coface prevé un crecimiento de 3,2 puntos por debajo de la media del crecimiento registrado por estos países durante la última década.

En este escenario, dos países BRICS se han visto particularmente afectados por la caída de las inversiones: Rusia y Brasil.

En Brasil, Coface modificó su clasificación de A3 bajo vigilancia negativa a A4. El potencial de crecimiento se ha visto afectado por la desaceleración del consumo y por los problemas estructurales como la inadecuada infraestructura, la escasez de

mano de obra cualificada y las barreras burocráticas.

“El crecimiento en Brasil se estima en sólo un 1,7% para el presente año, debido a un consumo privado menos próspero y, particularmente, a una débil inversión empresarial.  Los orígenes de las dificultades económicas son estructurales y están limitando la actividad. El tipo de interés podría seguir aumentando hasta el 10% alejando cualquier posibilidad de una recuperación significativa. En este contexto, los incidentes de pago de las empresas brasileñas registrados por Coface se mantienen en un nivel alto, cerca de su máximo de 2009 donde se sufrió una de las mayores crisis financieras”, explica Louis des Cars CEO Coface Chile.

El sector de la construcción se beneficiará del financiamiento público de la construcción de viviendas sociales y de la realización de instalaciones para la Copa Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos, pero ello será transitorio. A ello se suma que las elecciones podrían sumir a los inversionistas en un ambiente de incertidumbre.

En este contexto de bajo crecimiento disminuirán los puestos de trabajo creados. El acceso al crédito gran impulsordel consumo, se reducirá debido a la cautela de los bancos y los hogares, cuyo costos de servicio de la deuda se elevará debido a las altas tasas de interés. Hoy representa un 21% de sus ingresos.

Ante el deterioro de las cuentas públicas y la inseguridad de los inversionistas extranjeros, se avecina un endurecimiento de la política fiscal. La medida será peligroso dado las promesas hechas durante las movilizaciones socialesiniciadas a mediados de 2013 y que han ido en aumento a pasos agigantados a medida que avanza el año y vienen la perspectiva de las elecciones de octubre de 2014.

A diferencia de la política fiscal, la política monetaria podría ser aún más apretada para combatir las presiones inflacionarias. El Banco Central también es probable que prolongue sus intervenciones en el mercado cambiario para mitigar una mayor depreciación del real, que podría intensificar estas presiones. No obstante a ello, la eficacia de estas medidas será limitada por las importantes causas estructurales de la inflación. Mientras tanto, la moneda debe retener la confianza de los inversionistas extranjeros porque las empresas tienen que atraer capitales extranjeros para compensar el insuficiente ahorro interno monopolizado por el sector público. Por ello, mientras el Real continué fluctuando el Banco Central intervendrácon fuerza.

Brasil cuenta con abundantes recursos y una industria diversificada, no obstante su crecimiento se ve obstaculizada por la falta de infraestructura y mano de obra calificada; intervencionismo estatal y alta burocracia. Los costos para las empresas están aumentando más rápidamente que la productividad, obligándolos a aumentar los precios para mantener la rentabilidad, pero en detrimento de su competitividad. Se han adoptado políticas para aliviar las presiones proteccionistas y las medidas fiscales. La carga fiscal, sin embargo, sigue siendo pesada. Menor consumo y menos exportaciones a Argentina debilitan la industria y el comercio que dependen de ello. La depreciación del Real también afecta desfavorablemente a las empresas, cuya deuda en moneda extranjera ha crecido.En este contexto macro económico y de efervescencia social, los exportadores chilenos deben extremar su cautela en los envíos y comportamiento de pago de su comprador final.

No es momento para abrirse a ese mercado si no se conoce con exactitud la realidad financiera de la contraparte. Es la oportunidad para fidelizar con aquellos que están cumpliendo sus pagos y observar con cautela el futuro porque Brasil es un gran mercado para Chile por su cercanía y tamaño. Es el quinto más poblado del mundo con cerca de 200 millones de habitantes, sin embargo su crecimiento es de tan sólo 1,7% menos que el 2,3% de 2013 y con una inflación de 5.8%. A ello se añade el agravante de las violentas marchas de la ciudadanía reclamando por mejores en sus condiciones de salud, educación y trabajo; más las expectativas de un posible cambio con las próximas elecciones presidenciales. Todo ello lo hace un país de suma complejidad que se las está jugando por volver a las grandes ligas más allá de una Copa Mundial de Fútbol. En su momento fue la séptima economía a nivel mundial y la segunda emergente más grande del mundo. Esa es la gran meta a alcanzar.

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