Encuesta de pagos en China 2020: Los retrasos en los pagos aumentarán aún más debido al COVID-19
La Encuesta de Pagos Corporativos en China 2020 de Coface examina el comportamiento de pago de más de 1.000 empresas en China a finales de 2019. Los datos fueron recopilados en el cuarto trimestre, lo que significa que las cifras no tienen en cuenta el impacto de la pandemia COVID-19 en la economía china. A pesar de esta salvedad, nuestra encuesta muestra un deterioro del comportamiento de pago en 2019, lo que en última instancia no augura nada bueno para las empresas chinas en el contexto de una actividad más débil en 2020. Coface espera que el crecimiento caiga al 1,0%, el nivel más bajo de los últimos 30 años, por lo que dada la correlación histórica entre la actividad económica y los retrasos en los pagos, prevemos un fuerte deterioro en 2020.
Los plazos medios de pago se mantienen estables en 86 días en 2019. Sin embargo, el porcentaje de encuestados que ofrecen plazos medios de crédito superiores a 120 días aumentó al 23% en 2019, frente al 20% en 2018 y el 12% en 2017. En la práctica, el 50% de los encuestados ofrecieron condiciones de pago máximas que superaban los 120 días. Las demoras en el pago también se deterioraron, ya que la proporción de empresas que experimentan demoras en el pago que superan los 120 días aumentó al 37% en 2019 desde el 31% en 2018. Lo que es más preocupante, la proporción de encuestados que experimentan retrasos de pago ultra largos (más de 180 días) que superan el 10% de su facturación anual aumentó al 27% en 2019, desde el 21% en 2018. Cuando éstos constituyen una gran proporción de la facturación anual total, el flujo de caja de una empresa puede estar en riesgo, lo que es preocupante en caso de shocks exógenos como el del COVID-19.
Coface prevé un aumento de los impagos de bonos y de las insolvencias en los sectores que han experimentado un aumento de los riesgos de tesorería en 2019. Los sectores con mayor proporción de impagos que representan más del 10% de la facturación anual son la construcción (30%), el transporte (30%), la energía (29%) y la industria automotriz (28%). Las TIC registraron el mayor aumento en los retrasos de pago a causa de las disrupciones generadas por la guerra comercial entre EE.UU. y China, deteriorándose en 12 días hasta llegar a 102 días. Si bien todos los sectores están expuestos a estos riesgos, los sectores que entraron en la crisis desde una posición de fuerza tienen más posibilidades que los que no lo hicieron.
De hecho, las empresas pueden estar en una posición más débil para soportar el impacto del shock de COVID-19 en relación con el año pasado, ya que el 40% de los encuestados admitieron que no utilizaron ningún tipo de herramienta de gestión de crédito para mitigar los riesgos del flujo de caja en 2019, mientras que sólo el 17% de los encuestados declararon utilizar un seguro de crédito.
