Marruecos: el desafío de un mercado emergente
La economía marroquí ha demostrado su capacidad de recuperación durante la reciente crisis económica global y la "Primavera Árabe". En un entorno internacional cada vez más inestable, Marruecos ha demostrado una gran estabilidad. Gracias a su original modelo de desarrollo, el país ha logrado aumentar su potencial de crecimiento, mientras que las principales economías emergentes se han ralentizado.
El desafío que ha asumido Marruecos no consiste sólo en promover el desarrollo de sus sectores económicos tradicionales, sino también en diversificar en productos y servicios de mayor valor añadido. El objetivo del país es atraer más inversión extranjera directa (IED) y llegar a ser, una vez más, un eje vital para el comercio entre la Unión Europea y el continente africano, fortaleciendo a su vez las relaciones económicas con los países de África Subsahariana. Un desarrollo de estas características podría permitir a Marruecos unirse pronto al club de las nuevas economías emergentes, como Colombia y Perú.
No obstante, este optimismo no oculta una serie de deficiencias persistentes, particularmente, los grandes dobles déficits del país y los altos niveles de deuda, que se han sostenido a lo largo de varios años.
Análisis de las desviaciones estándar de las tasas de crecimiento por país y por período
De la agricultura tradicional a la agroindustria
El plan "Marruecos Verde", lanzado en 2008, parece estar cogiendo ritmo y produciendo resultados significativos. Más allá de la simple producción agrícola, se está transformando la cadena de valor en su totalidad y avanzando hacia la creación de una agroindustria. Sin embargo, uno de los obstáculos del desarrollo es, sin duda, la falta de valor añadido al final de la cadena. El desarrollo del sector de los alimentos procesados se ha retrasado y sólo representa el 5% del valor añadido del PIB de Marruecos, frente al 15 % de la agricultura.
Nuevos sectores de exportación
Marruecos ha implementado una estrategia de diversificación dirigida a desarrollar los sectores de alto valor añadido. Aprovechando su cercanía a los principales mercados de Europa, el país ha implementado una serie de medidas destinadas a atraer nuevos operadores de sectores de alto potencial, tales como la automoción y la aeronáutica. El puerto de Tánger y su Zona Franca de Exportación, así como la zona industrial “Nouaceur” en las afueras de Casablanca, forman parte de esta iniciativa. El surgimiento de estos nuevos sectores económicos plantea muchas preguntas sobre el modelo de crecimiento de Marruecos, su potencial de desarrollo y los desafíos a los que se enfrentan estos sectores.
Cuando Marruecos exporta hacia el sur
Con un mercado potencial de más de 800 millones de consumidores y una demanda de bienes de consumo en constante crecimiento, los países del África subsahariana representan un enorme mercado para las empresas marroquíes. Con el apoyo del sector público y la iniciativa de varios de los principales operadores privados, Marruecos está fortaleciendo sus vínculos económicos con el continente africano a través de la inversión extranjera directa y la intensificación de su red de relaciones comerciales.