Riesgo país: ojo con los mercados emergentes de Latinoamérica - Revista del Campo
Colombia, Ecuador y Brasil están afectados por la caída en los precios de las materias primas, especialmente del petróleo.
Aunque por cuarto año consecutivo el crecimiento de la economía mundial sigue recuperándose, la tasa no superará el umbral del 3%. Los resultados en las economías avanzadas son mucho mejores que en los países emergentes: el crecimiento en EE.UU. aumentó significativamente en el segundo trimestre, con una previsión de 2,5% para fines de 2015, gracias al consumo y a la inversión; y en la Eurozona se prevé 1,5%, continuando la recuperación gradual de la actividad.
"Los países emergentes, con una previsión de crecimiento de 3% en 2015 y de 4,2% para 2016, se encuentran en un contexto de debilidad de los precios de las materias primas, lo que se une a la caída de su tipo de cambio frente al dólar. Esta tendencia obedece al fortalecimiento de la moneda norteamericana, dado que los inversores consideran que la economía de EE.UU. crecerá más rápido que las demás en los próximos meses y, por otra parte, esperan un endurecimiento de la política monetaria en este país", señala Louis des Cars, CEO de la aseguradora de riesgos Coface.
En varios países emergentes, como China, Turquía y Sudáfrica, el crecimiento se ha ralentizado. Otros como Rusia y Brasil han entrado en recesión. El reciente colapso del mercado de valores en China y sus consecuencias en los precios de las materias primas ha intensificado estas debilidades. Según Coface, el riesgo país en los emergentes se mantendrá como un punto importante de vigilancia en lo que resta del año y el próximo.
La excepción es la India, la única gran economía emergente que no se ha visto mermada, con una tasa de crecimiento de más del 7% este año y el que viene. Así, también, Hungría, país donde las perspectivas son positivas, como un símbolo de que Europa Central se está beneficiando de la débil recuperación de la Eurozona.
En este contexto, Coface ha planteado algunas evaluaciones de riesgo país entre los mercados emergentes, particularmente en Latinoamérica.
Desaceleración
El análisis de la aseguradora, indica que la percepción del riesgo en Latinoamérica se ha deteriorado, en un contexto de desaceleración del crecimiento del PIB de una región en la que las cinco grandes economías -Brasil, México, Argentina, Colombia y Chile- representan en conjunto el 83% del PIB de la región.
El crecimiento en América Latina se ha desacelerado desde 2011 y se ve agravado por factores cíclicos, como el descenso de los precios de las materias primas, especialmente la caída del petróleo experimentada desde la segunda mitad de 2014. Esta tendencia negativa continúa en 2015, con un debilitamiento del crecimiento regional por quinto año consecutivo.
Las principales economías latinoamericanas se han desacelerado, pero de ellas particularmente preocupan Colombia, Ecuador y Brasil.
Colombia, que experimentó un fuerte crecimiento en 2014, actualmente se ha ido ralentizando, debido a los efectos directos e indirectos de la caída de los precios del petróleo. Observó solo una ligera disminución de 4,6% en su ritmo de crecimiento en 2014 respecto del 4,9% de 2013. El primer trimestre de 2015 ya evidenció un mayor deterioro, con un crecimiento intertrimestral de 2,8%, tras 3,5% en el cuarto trimestre de 2014. En ese orden se mantiene en A4.
Ecuador, con reclasificación a la baja, es el segundo país más afectado de la región por la disminución de los precios del petróleo, que representa el 40% de los ingresos fiscales y más del 50% de las exportaciones. Las perspectivas para las empresas privadas locales son pesimistas, debido a los desacuerdos sobre aranceles con Colombia y Perú.
En tanto, la economía de Brasil está en recesión con -2,5% en 2015, en un contexto político muy frágil. El consumo de los hogares, el principal motor del crecimiento y las inversiones, está disminuyendo, sobre todo por a las repercusiones del escándalo de Petrobras y al agotamiento del modelo anticíclico, basado en el consumo de los hogares y la oferta de crédito a través de bancos públicos. Por ello, Coface la ha clasificado de A4 a B.
En este orden, los exportadores chilenos deben mirar con precaución esos mercados, que si bien su cercanía facilita el comercio, su situación política y económica los hacen complejos y de alto riesgo en el largo plazo.
