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16/05/2016
Noticias Corporativas

La economía mundial se vuelve "Japonesa" / Revista del Campo

La economía mundial se vuelve "Japonesa" / Revista del Campo

El crecimiento sigue siendo débil, a pesar de las políticas monetarias ultraexpansionistas. Todo se agrava por la desaceleración de la actividad en China.

 

"Aunque las economías emergentes registraron una leve recuperación a principios de este año, prevemos un crecimiento del 3,9% en 2016, tras 3,4% en 2015 y 7,2% en 2010. En paralelo, estimamos que la desaceleración en los países avanzados será de 1,7% en 2016, tendencia que está alterando el equilibrio de la economía global más que nunca. Es poco probable que este año el crecimiento mundial supere el 2,7%", estima Louis des Cars, director de Coface Chile.

 

Precisamente, el crecimiento lento, la ausencia de presiones inflacionarias, las políticas monetarias cada vez más expansivas y un incremento de la volatilidad en los mercados financieros son los cuatro elementos que caracterizan la economía global en lo que lleva el presente año. "Este fenómeno parece nuevo para todos los países salvo para Japón, que ha estado sumido en esta situación durante 20 años. Las lecciones extraídas de los japoneses dejan poco margen para el optimismo. Aunque la política monetaria haya sido altamente expansiva durante mucho tiempo, no ha sido suficiente para restablecer el crecimiento, así como tampoco el proporcionar crédito a tasas bajas en pro de impulsar la demanda. Ello resulta inútil a la hora de absorber el exceso de capacidad de la oferta. Y a medida que pasa el tiempo, sus efectos secundarios perjudiciales son cada vez más visibles, dado que el exceso de liquidez que produce da lugar a un aumento de la volatilidad en los mercados financieros", plantea un análisis de Coface.

 

Basta una mirada a la economía mundial para apoyar lo anterior: bajo crecimiento a pesar de las políticas monetarias ultraexpansivas, mercados financieros volátiles y presión inflacionaria cero.

 

"Por ejemplo, Estados Unidos, que a pesar de su economía generalmente sana es vulnerable, mientras que el sector servicios evoluciona satisfactoriamente impulsado por la elevada tasa de empleo y por el consumo de los hogares, la industria se ve perjudicada por la fortaleza del dólar. Reino Unido hace frente a las incertidumbres relacionadas con su futuro en la Unión Europea, lo que está aumentando la volatilidad de los mercados financieros y afecta negativamente a los índices de confianza. La Zona Euro es impulsada por la demanda interna, la evolución del mercado laboral y las condiciones de crédito favorables. En Grecia, Portugal, España e Irlanda, la confianza empresarial es baja obstaculizando el crecimiento de 1,6% esperado para 2016, en línea sobre todo con el aumento de los riesgos políticos", indican en Coface.

 

El estudio insiste en que para un país que haya caído en la trampa del estancamiento parece muy difícil salir de ella. "Se trata de un pequeño consuelo para las empresas, que a pesar de perspectivas de crecimiento débil, el hecho de que las condiciones financieras sigan siendo muy favorables les permite sobrevivir en una economía 'japonizada'".

Lo anterior se ve confirmado por el descenso de las insolvencias empresariales en las economías más avanzadas durante los últimos meses, a pesar del moderado nivel de crecimiento en la actividad.

 

A principios de este año, además, la economía global ha seguido marcada por el impacto de las fluctuaciones en el precio de las materias primas en los países emergentes. Así, a los países de América Latina y África, ahora se han sumado los de Medio Oriente y Asia.

 

En vista de estos acontecimientos, Coface ha revisado a la baja siete evaluaciones de riesgo país: Arabia Saudí en vigilancia negativa sobre una calificación de riesgo país de A4, así como un A2 para Kuwait, degradó a Omán de A3 a A4, Kazajistán de A4 a C, Malasia de A2 a A3 y Armenia de C a D.

 

Y por supuesto a Japón, que ahora tiene una calificación de riesgo de A1 a A2. La economía japonesa está gravemente afectada por los bajos niveles de consumo. La apreciación del yen a principios de este año y la ineficacia de las iniciativas Abenomics han obligado al Banco de Japón a adoptar tasas de interés negativas.

 

"Chile no es ajeno a este escenario internacional con resultados inciertos. Muy por el contrario, según las últimas cifras entregadas por Direcon en 2005, el mercado exportador nacional concentró el 51% de sus ventas en envíos no cobre. Los retornos fueron liderados principalmente por la exportación de uva, vino tinto, manzanas, berries, cerezas frescas, carnes de porcino y ave procesadas y/o congeladas; hortalizas y frutas congeladas. Cada vez se hace más real que Chile va camino a convertirse en una potencia agroalimentaria donde el sector agroindustrial será el nuevo 'mineral' para nuestro país. Pero ello no pasa solo por la calidad de sus productos, profesionalismo de la industria y por ende las exitosas ventas que representen sus envíos; sino también en el acucioso cuidado de un comercio seguro con compradores que garanticen el retorno delas divisas", manifiesta Des Cars.

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