Las nuevas vías para acceder a capital

Inversionistas de alto patrimonio, family office y fondos de inversión internacionales asoman como los nuevos actores. El papel de las distribuidoras de insumos sigue siendo clave en el financiamiento del capital de trabajo de las empresas agrícolas.

Benjamín Barros cree que hay que estar preparados. Más allá de las vicisitudes actuales que limitan el acceso a capital, pone la vista en un fenómeno global: la llegada de nuevos inversionistas al agro.

Barros, socio de Agrocapital, explica que en el mundo ha aumentado la cantidad de vehículos de inversión no bancarios en el agro en los últimos años. Mientras que el 2010 había 200 fondos de inversión activos en agricultura a nivel mundial. El 2023 ya suman cerca de 900.

“Chile no ha sido ajeno a esa tendencia. Entre 2016 y 2017, antes del estadillo social, hubo varios fondos que entraron, principalmente en el segmento corporativo. Paralelamente se comenzaron a desarrollar estrategias de inversión local. Sin embargo, eso está detenido producto de la baja profundidad en el mercado financiero nacional. Solamente están operando los fondos extranjeros internacionales” afirma Barros.

En la medida que las condiciones políticas y económicas en Chile muestren señales de estabilidad y buen desempeño el interés de los inversionistas internacionales por desembarcar en Chile debería renovarse.

La llegada de actores internacionales a la propiedad de exportadoras como Subsole y Hortifrut en el último tiempo habla de que el sector agrícola chileno tiene potencial.

Como un círculo vicioso, la reactivación del interés externo abriría espacio para que inversionistas locales levanten proyectos en el agro, pues se genera un poder comprador de proyectos andando.

En todo caso todavía Chile es un actor muy pequeño. Los ojos de los fondos de inversión agrícola están puestos principalmente en Norteamérica, que recibe el 53% de esos capitales. Europa acapara el 13% y Sudamérica solo el 7%.

GENERAR FLUJO DE CAJA

En el financiamiento no bancario no todo se trata de grandes estrategias mundiales. En el día a día, sobre todo tras el “apretón” del último año, la necesidad por generar flujo de caja subió, por lo que se tuvo que apelar a diferentes estrategias. “Las compañías de seguros, de leasing, y en algunos casos también el factoring, son activas en el sector dependiendo del tipo de crédito que se busca. De todas maneras, es necesario destacar que las condiciones y los costos de financiamiento son muy diversos entre las distintas compañías. En el caso de los agricultores más pequeños, si bien las opciones son más limitadas, sin duda que los programas de BancoEstado, Microempresas o Indap son las vías más usadas para este segmento” afirma Rinaldo Ratto, gerente de Riesgo Agrícola de BancoEstado.

A eso hay que agregar que no pocos agricultores tuvieron que aportar capital desde otros rubros en los que están presentes.

Todo indica que la suma de herramientas ayudó a mantener las operaciones en un contexto de importante descapitalización, sobre todo en la fruticultura.

Según Rodrigo Salas, CEO de Coface Chile, explica que pese a la mayor restricción crediticia “en general no hemos visto un aumento de los impagos en las empresas agrícolas”.

En esa estabilidad ha jugado un rol importante el financiamiento que entregan las distribuidoras de insumos. Sus líneas de crédito han inyectado liquidez a las firmas del agro.

“Vimos a los bancos tradicionales un poco más cautelosos en los últimos 18 meses por el alza de los fertilizantes y los granos, además de los problemas de exportación de las cerezas y las uvas de mesa. Como distribuidora nos pilló con una posición financiera muy sólida por el trabajo intenso que veníamos desarrollando desde hace un par de años. Nuestra cartera se comportó sin grandes cambios, soportando los vaivenes del mercado, lo que es una buena noticias” Sostiene Enrique Hott, gerente de Administración y Finanzas de Copeval.

Fonte: Revista del Campo – El Mercurio